La botánica de Aloe vera

Descripción botánica

La suculenta Aloe Vera, similar al cactus, pertenece a la especie de los lirios. La planta o bien no tiene tallo o un tallo de hasta 25 cm de longitud y aproximadamente 20 hojas, formando todo ello una roseta espesa y vertical. Las hojas llegan a alcanzar una longitud entre 40 y 50 cm con una base entre 6 y 7 cm. Las hojas son bastante gruesas, carnosas, retienen el agua, tienen forma cóncava por arriba, su color es verde grisáceo, a menudo con tonos rojizos, y las plantas jóvenes suelen tener manchas.  Por la parte de abajo las hojas tienen forma convexa y muestran en el borde de la hoja un color rosáceo, con espinas de 2 mm, de color pálido, distanciadas entre si entre 10 y 20 mm. Una hoja puede llegar a pesar 1,5 hasta kg. La suculencia de las hojas es una adaptación a zonas extremadamente secas. Las raíces son relativamente cortas y se extienden en forma plana por la tierra.

La inflorescencia es simple o con una o dos ramas, que llega a una altura de 60 a 90 cm. El racimo de flores es espeso y tiene forma cilíndrica que se estrechan hacia arriba. Cada racimo puede alcanzar hasta 40 cm. Las brácteas son de color blanco, cada la flor mide aprox. 3 cm y es de color amarillo intenso hasta rojo. Los frutos son cápsulas dehiscentes. Aloe produce múltiples brotes con los que se multiplica vegetativamente.

Todas las variantes de Aloe – aprox. 200 – son protegidas en virtud del Acuerdo para la Protección de las Especies de Washington, del 03.03.1973, en sus ubicaciones naturales. Se exceptúan las semillas, los cultivos celulares y similares, así como “hojas sueltas y parte y productos de las mismas, que proceden de zonas fuera de su zona natural de expansión o que hayan sido multiplicados artificialmente.”

Distribución

Se desconoce el lugar de origen del Aloe, como posibilidad aparece la región de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, el Sudán o la Península Arábiga. Hoy podemos encontrar la planta cultivada o asilvestrada en el norte de África, desde Marruecos hasta Egipto, en Oriente Medio, en Asia – aquí especialmente en la India – en todo el sur del Mediterráneo, en Madeira, Cabo Verde y las Islas Canarias. Se introdujo en América Central y del Sur, especialmente en las Antillas, Puerto Rico, Jamaica, México y en la pre cordillera andina, donde también se puede encontrar en estado silvestre.

Cultivo y zonas de cultivo

La planta de Aloe crece de forma silvestre en zonas tropicales y subtropicales. Donde mejor se desarrolla es en suelo arenoso, seco, arcilloso y calcáreo, y se puede cultivar con bastante facilidad.

Las zonas de cultivo son las Antillas Holandesas, zonas costeras de Venezuela, así como las zonas subtropicales  de Estados Unidos y México. Allí se cultiva en grandes plantaciones. El proveedor principal de Aloe Vera es Estados Unidos. Tan solo en México había 525 hectáreas de cultivo para Aloe Vera en el año 2001. Esto equivale  a un valor de mercado de 30 millones de dólares. 

Aloe Vera precisa un mínimo de 320 días de sol al año, se alimenta en un 98% del aire y no soporta los abonos. Necesita al menos tres a cuatro años para madurar y poder cosecharla.